química falseada
éxtasis del mercado duplicado
en su exégesis
anclada en el merval inquieto, lascivo
la frente encalla
tibios fraudes
anestesiados en el himen
y un impuesto al óvulo fecundo
la incubadora fermenta el trance
el maquillaje se desgrana
en la hedionda madrugada
travestida y deslunada.
de química falseada
por el dolo inmolado
consumido en el aullido profundo
de los caballos
regando
las fauces del maquillaje
Iruya
no supiste lamer esas rocas
atrapar aullidos en bidones sin agua
descampar en ruinas traídas
por drenados brebajes
el viento secular intenta despeinar la gracia
abriendo sus manos al espacio fórmico
vértigo de un alba
que en Iruya desteje lo posible
y un sesgo secular lo descompone como mezcla y brebaje
instante de sublime roca y huellas descalzas
Iruya, afuera, en la oquedad de tus ojos luce breve
horroriza de polvo sediento un ardid de celuloide
pocos saben lo que significa Iruya,
en Iruya bailamos danzas incas, mojados
sin importar el doblez que la tarde exige
me entierro en Iruya hasta la entraña
en el fuego burbujeante
y yo te digo: enfermera
las cosas parecen no ser las mismas
algo como la muerte
Elliot Smith elige algo como la muerte
para morder la carne beatnik
yo prefiero el látigo
el bondage
y la cera en mis muslos
la lluvia que busca el oro perdido
me quiebra el goce de piedra
ruta estatal a Bombay
antes de los perros viejos
y del sol asumiendo lo senil
viajamos al colmillo inerme
sin predecir el estertor
que en el barro
de la ruta estatal a Bombay
veía a tus ojos morir en silencio
lo que perdura en el gas caído de la soda
lava que lame el cuello
del romano en Pompeya
fúnebres pompas
la inocencia del alud
una sandalia en el barro
y la tristeza en el vuelo del ciego
que perdura
en el gas caído de la soda
eterno fractal de olvido
escupe el frío del desprecio
el mate del adiós
detona la fobia conspirada del hervor
entre sapos y culebras
un parpadeo ignorante de relámpagos
la puta simetría nos deja
mientras la ventana ciega
espera la noche
en un eterno fractal de olvido
prisiones
el inodoro da vueltas
las escamas del baño
son prisiones
en estos desiertos
maquillaje
como cosméticos
en tu boca
cada pedazo
de tu pierna impuesto
como el maquillaje
con el que quieren
venderme el día
dolo
nunca logré arrancar
mi ojo desnudo
de la incubadora
ni que tu pierna
me partiera con dolo
conteo de muerte
una
sin luna asolada
sin turbios bastidores
dos
con ruedos mentolados
con barcos de párpados abiertos
tres
vacíos y extraviados
muriendo al amanecer
nocturno
nocturno como un parche
nocturno
en las tejas
acurrucando cosas del fuego
nocturno lento
el solsticio
se despliega en el atardecer
en la boca elemental y muda
que me dicta
el desgano de ser eterno